Cuando se va de compras, el tiempo promedio de la mayoría de los clientes para elegir una marca, por sobre las demás, es de unos segundos, basándose en su localización, diseño y color. En cambio, si la persona es meticulosa, le podría llevar varios minutos evaluar todas las opciones y decantarse por la que le parezca de mayor calidad o tenga un precio más accesible. En ambos casos el packaging systems usado cumple un papel protagónico en la decisión.
Sencillamente, muy pocos desean examinar a fondo todos los artículos, en especial si los adquieren en forma rutinaria. Por tanto, basan la toma de decisiones en el aspecto del empaque y siguen adelante con sus vidas.
Clasificación del packaging
De esa manera para conseguir el posicionamiento en la mente del usuario las compañías deben balancear cuidadosamente colores, materiales, formas y patrones; proceso que se divide en tres etapas o tipos de envolturas. Siendo el:
- Envase: el material que está en contacto directo con la unidad del producto, protegiéndolo primeramente de suciedad y microorganismos. Su función primordial consiste en anunciarlo de modo atractivo.
- Embalaje secundario: el encargado de contener un grupo de envases, permitiendo su fácil manipulación o de muchas unidades, de ser demasiado pequeñas para exhibirlas individualmente, como es el caso de los caramelos y los medicamentos en pastillas. Esta es la etapa que desempeña el trabajo publicitario.
- Embalaje terciario: rara vez visto por el público y la poca decoración que lleva es estrictamente informativa, para identificar y contactar al proveedor. Su principal tarea es de protección, lo que no es sencillo, ya que en ocasiones la mercancía recorre kilómetros, por tierra, mar y aire, soportando inclemencias del clima sin que el contenido se vea afectado.
No es de extrañar entonces que las empresas y los expertos de marketing dediquen gran esfuerzo al diseño del packaging system, sabiendo la importancia que tiene para el consumidor al momento de escoger, su escaso tiempo disponible, y la dificultad posterior en hacerle cambiar de preferencia. Subestimar el valor de alguno de estos factores, desde la idea creativa original hasta el embalaje final, puede impactar negativamente las ventas.
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