Así como los médicos usan regularmente sus características batas blancas en hospitales y centros asistenciales, los abogados o especialistas en derecho también tienen su vestimenta característica, la cual los enviste en torno a su identidad y los diferencia de cualquier otro profesional, una toga de abogado, hace buena parte de ella.
Normalmente vemos a los jueces usando su toga, sin embargo, cualquier personalidad letrada y graduada en leyes tiene derecho a usarla así su cargo no sea de gran jerarquía en la corte.
Hace poco veía una película en la que un juez había cometido un delito grave y su hijo reconstruía el caso para defenderlo, muy buena cinta la verdad. Incluso allí sólo la figura mayor de la corte usaba su toga, más no los abogados asistentes.
Claro está, los abogados suelen estar de punta en blanco con trajes confeccionados y estilos muy elegantes, más siempre habrá que tener a la mano su propia toga por si algún evento particular así lo requiere.
Para adquirir una, será necesario contactar algún proveedor que trabaje con los mejores materiales y pueda elaborar a medida una toga según las características habituales, color negro y con los pliegues tradicionales.
Las togas suelen acompañar diferentes momentos de nuestras vidas, entre las primeras ocasiones en que nos toca usarlas, es en los momentos de éxito en que alcanzamos alguna meta académica en conjunto con toda una promoción de compañeros.
No son muchas las profesiones que luego de la graduación implican la compra de una toga que identifique su trabajo, pero algunas autoridades de las universidades, también suelen utilizarlas en cada evento de graduaciones académicas, independientemente de la profesión.
Pero definitivamente, son los jueces quienes desde sus posiciones determinan la aplicación y sanción de leyes y quienes además dictan sentencias que castigan las acciones que tergiversan las leyes establecidas, después de todo, “conducta que no tiene consecuencias, conducta que se repite”, por lo tanto, ese poder sobre los demás debe destacarse con un atuendo impecable.
En conclusión, el uso de una toga aplica en momentos excepcionales, así que quienes deben usar dicha vestimenta, es mejor que adquieran una de gran calidad.
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