Un divorcio representa legalmente la separación conyugal y extinción de derechos y obligaciones contraídas en el matrimonio, pero a nivel personal la separación de parejas puede resultar un trauma y un momento difícil de superar. En tales situaciones, los abogados divorcio Toledo entienden lo difícil de ésta situación, por lo que la actuación de estos profesionales va más allá del asesoramiento legal.
En tal sentido, la separación conyugal se puede dar cuando una o ambas partes solicitan ante un juez su voluntad de disolver el matrimonio, se pueden presentar dos situaciones:
1.- Cuando ambas partes están de acuerdo: En éste caso los procedimientos y trámites jurídicos son más sencillos y rápidos, un abogado puede representar ante el juez la solicitud por lo que al mismo tiempo es más económico.
A esta actuación se le denomina divorcio express y solo deben existir dos requisitos para tramitarlo, que hayan transcurrido por lo menos tres meses de haber contraído matrimonio y que ambas partes estén de acuerdo con las medidas regulatorias posteriores a la separación.
2.- Cuando es imposible llegar a un acuerdo entre las partes: Estas separaciones son mucho más complicadas, por lo general está en juego la patria custodia de los menores de edad, la adjudicación de la vivienda principal y la repartición de los bienes contraídos durante el matrimonio.
Cuando no existe mutuo acuerdo estamos en presencia de un divorcio contencioso, el abogado representa a una de las partes y protege sus intereses, pero al final quien decide cómo quedará establecido el convenio regulador es el juez que presida el caso.
Relación cliente abogado
El abogado además de intervenir jurídicamente y utilizar su conocimiento y experiencia para defender su cliente, debe actuar solidariamente con el mismo en diferentes aspectos:
1.- Psicológico: El divorcio es una dificultad, la idea entonces es que el abogado entienda esta posición y ayude a su cliente a recuperarse de un hecho difícil en su vida personal, guiándolo por un camino que facilite la situación.
2.- Conducta: Un buen abogado jamás debe motivar a su cliente a que actué de modo poco apropiado, pudiendo perjudicar no solo el resultado del caso, sino creando un antecedente negativo para la persona.
De modo que se trata de una figura bien importante en cuanto a este tipo de situaciones se refiere, debido a que podrán marcar la diferencia en cuanto hacer un proceso complicado con menos inconvenientes en el camino.
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